Continuamos este 2016, ya cerca del verano, (más vale tarde...) con la novela histórica "Esperando al rey", galardonada con el premio Alfonso X de Novela Histórica en el 2014. ¡Dejad vuestras aportaciones!
Viajamos
a mediados del siglo XII; cuando Hispania todavía era una realidad y el Cid
Campeador una figura reciente que servía de inspiración. “Peridis” nos sumerge
con esta novela en un apasionante relato de las aventuras y desventuras de las “gentes
más principales” de las cortes de León y Castilla. La historia se inicia en el
año 1155 y se localiza en el castillo de Monterroso, donde el príncipe Fernando,
segundo hijo del emperador Alfonso y heredero del reino de León y Galicia, se
forma en su más tierna infancia en las artes del gobierno de la mano del conde
Osorio. Allí entablará una intensa relación con Teresa, la hija del conde de
Traba, gobernador del castillo.
La
narración avanza con el trascurso natural del tiempo. A lo largo de la lectura,
somos partícipes del devenir de la Historia, de los enfrentamientos entre reyes
y los nobles que les apoyan, y de las vidas privadas de estos. El autor centra
su atención en ese núcleo social, y son pocos los plebeyos que se cuentan entre
los protagonistas. Ningún personaje pertenece a las esferas más bajas de la sociedad.
El autor centra sus personajes en los círculos sociales más elevados.
Llama
la atención el lenguaje utilizado a lo largo de la narración. Realmente parece
que estamos oyendo a los auténticos protagonistas. Todos ellos hablan con ese
estilo indirecto y poético con el que nos los solemos imaginar. Pero no se hace
ni pesado ni aburrido en ningún momento. Todo lo contrario: el estilo es
extremadamente delicado y es sumamente agradable de leer; algunos pasajes, especialmente
aquellos que recogen las reflexiones más profundas de los personajes, son
realmente bellos en su expresividad.
La
novela está muy bien documentada históricamente y resulta muy entretenida. El
autor incluye magistralmente una gran diversidad de elementos, desde intrigas y
conspiraciones palaciegas hasta el misticismo religioso hecho arte. En este
sentido, conocemos a nada más y nada menos que al maestro Mateo, artífice de la
Catedral de Santiago, y somos testigos del progreso en la construcción del
monumento, así como de la expectación que creaba entre la gente.
Realmente
una novela muy apetecible para el verano que se avecina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario