Inglaterra. Siglo XI. La
medicina.
De esta forma tan contundente
se da el pistoletazo de salida en “El médico” a una historia sobrecogedora que
relata la transmisión, a través de las generaciones que se suceden dentro de la
familia Cole a lo largo de casi nueve siglos, de una pasión inaudita por el
difícil arte de la medicina y de un don cuanto menos curioso que facilita a
algunos afortunados médicos Cole la práctica de esta. El punto de partida
reside en Rob. Cole, un muchacho que tras perder a su familia intenta
sobrevivir en la no siempre amable Inglaterra del siglo XI de la compañía de un
cirujano-barbero con el que descubrirá su interés por los misterios del cuerpo
humano y un perenne deseo de luchar contra la enfermedad y la muerte.
La ambientación de la Europa
bárbara del siglo XI, así como de las costumbres y la forma de vida y de pensar
propias de aquella época, es absolutamente exquisita. Noah Gordon nos inicia en
un viaje en el que somos testigos del nacimiento de la medicina, y de la
inmensa sabiduría en este campo de la antigua Persia, cuyos conocimientos y
preparación, pese a ser rudimentarios en muchos aspectos, superaban en años luz
a las primitivas prácticas de los europeos. El carácter y la determinación de
Rob. Cole son arrebatadores, así como de la protagonista femenina de la
historia, Mary Cullen, una mujer de armas tomar que tras dejar su bella Escocia
intenta adaptarse a una cultura tan distinta de la suya como podría ser la
árabe.
En la segunda parte de la
historia, nos situamos en las primeras décadas de vida de los Estados Unidos,
cuando estos aún se estaban construyendo como país. Un Robert Cole emigrado
desde Escocia, busca su oportunidad en el Nuevo Mundo como médico. Avanzado el
tiempo, uno de sus hijos, llamado cariñosamente Chamán por la india sioux amiga
de su padre y sordo desde que cayera gravemente enfermo, ve despertar en él la
vieja pasión familiar por la medicina. Formarse como médico en los Estados
Unidos de finales del siglo XIX no era fácil, menos aún para un chico sordo,
pero Chamán es valiente y resolutivo, y está decidido a luchar para ver
realidad su sueño.
Al igual que en la anterior
parte, la narración es rica en detalles y elementos históricos, tales como el
exterminio de la práctica totalidad de la población india que había sobrevivido
a la invasión colonial, o la Guerra de Secesión, sin caer jamás en el tedio o
la repetición. La lectura es ágil y sencilla, y el lector se ve rápidamente
atrapado por las aventuras del miembro de turno de la familia Cole.
Finalmente, “La doctora Cole”
se sucede en nuestros días. La hasta ahora última descendiente de la
antiquísima familia Cole es una médica desencantada con su puesto que busca un
cambio de aires y una reconciliación con la medicina en estado puro mudándose a
las profundidades del país para ejercer de médica rural. Personalmente,
encuentro este volumen mucho menos interesante que los dos anteriores. La
historia es mucho más simple, y se nos presentan temas y escenarios que por ser
tan actuales y no estar tratados desde un punto de vista original no resultan
demasiado apasionantes. Frente a la maestría de las dos primeras partes, y
especialmente de la primera, considero que la narración que cierra la saga no
está a la altura de las historias que la preceden.
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