Hoy os presento "La luz que no puedes ver", novela del escritor norteamericano Anthony Doerr reconocida con el Premio Pulitzer de Ficción del 2015. ¡Adentraos en esta maravillosa historia y dejad vuestras aportaciones!
Valoración: Perfecto y
precioso
Te gustará
si...: buscas un libro que te regale los ojos con una prosa delicada y
precisa; buscas un libro que no solo narre unos hechos, sino que hable de
emociones humanas que todos hemos sentido en algún momento; sueles sentir lo
que viven los personajes con la misma intensidad con que ellos lo hacen.
No te gustará
si...: no te sientes identificado con los puntos anteriores. En
cualquier caso, me parece improbable.
Algunos fragmentos maravillosos para
abriros el apetito:
“Abrid los ojos –concluye el hombre- y observad todo lo que podáis antes de cerrarlos para siempre”.
Todo le ha traído hasta aquí: la muerte de su padre; aquellas horas sin
dormir escuchando la radio en el desván junto a Jutta; Hans y Heribert con sus
brazaletes rojos bajo la camisa para que no los viera frau Elena, y las
cuatrocientas oscuras y rutilantes noches en Schulpforta elaborando transceptores
para el doctor Hauptmann. La destrucción de Frederick. Todo le ha traído a este
momento en el que Werner apila el descuidado equipo de los cosacos en la caja
del camión y se sienta con la espalda apoyada en el banco contemplando cómo se
alza la luz de las llamas de la casa de campo.
-Eres valiente –dice él.
Ella baja el cubo.
-¿Cómo te llamas?
Él se lo dice. Ella contesta:
-Cuando perdí la vista, Werner, la gente me decía que era valiente. Cuando
mi padre se marchó, la gente me dijo que era valiente. Pero no se trata de
valentía, es que no tengo otra opción. Me despierto y vivo mi vida, ¿acaso no
haces tú lo mismo?
-No desde hace años. Pero hoy. Tal vez hoy lo hice.
¿Qué opino?
“La luz que no puedes ver” llegó a mí el Día del Libro de este año 2016. Me había tropezado con él en la librería en muchas ocasiones durante los meses anteriores, y la portada y el título impreso sobre ella se me quedaron grabados en la cabeza. Ya he mencionado en otras entradas que, en materia de novelas, este tipo de flechazos casi siempre han resultado ser muy fructíferos en mi caso (a modo de ejemplo, véase "Regreso a tu piel"). Así que cuando llegué a la tienda para adquirir un libro y celebrar el día, ya tenía muy claro con qué ejemplar iba a salir de allí. Y, una vez más, ese flechazo tan certero dio paso a un mes de lectura intensa y maravillosa.
La novela está ambientada en los años de la Segunda Guerra
Mundial, a caballo entre París y Saint-Malo (Francia) y Zollverein (Alemania).
Dos jovencitos de aproximadamente la misma edad, Marie-Laure y Werner, son los
protagonistas, la primera desde su Francia natal y el segundo desde Alemania.
La historia está magistralmente narrada alternando dos momentos temporales: por
una parte, el 8 de agosto de 1944, cuando se produjo el bombardeo de la ciudad
de Saint-Malo por parte de los aliados para expulsar al ejército alemán; por
otra parte, acompañamos a Marie-Laure y Werner en sus vidas siguiendo un orden
cronológico, desde 1934 hasta ese día en particular. Mágicamente, ambas voces
temporales se fusionan en una sola al final del libro cuando coinciden, claro
está, en el 8 de agosto de 1944. Ese día ambos personajes llegan a conocerse y
pasar unas cuantas horas juntos, en un encuentro que será decisivo para ambos. La
novela intercala por tanto dos narraciones: qué les está ocurriendo a los
protagonistas el 8 de agosto de 1944 en Saint Malo y cómo han llegado hasta
allí. El escritor crea de esta forma una narración original, distinta a la más
clásica en la que se sigue el orden cronológico de los acontecimientos en línea
recta hasta llegar al desenlace final. Esta estructura ayuda a que la novela
sea muy entretenida, ya que juega con la información que nos va ofreciendo de
manera que no podemos parar de leer. Es sin duda una característica interesante
de este libro.
Igual
que para muchos otros lectores, Anthony Doerr era un escritor perfectamente desconocido
para mí. No estoy al corriente de cuál ha sido su trayectoria profesional antes
de la publicación de “La luz que no puedes ver”, pero de ahora en adelante seguiré
su trabajo con muchísimo interés. No me ha parecido extraño en absoluto que la
novela de Doerr haya sido premiada con el Premio Pulitzer de Ficción el año
pasado: tenemos ante nosotros una pequeña joya. Con esta historia, Doerr se
muestra como un narrador extraordinariamente sensible, que presta atención a
muchísimos pequeños detalles preciosos, tanto en la construcción de los
personajes como de los escenarios. Básicamente, me ha parecido una historia
bellísima contada con una gracia como no he encontrado en mucho tiempo a lo
largo de mis lecturas. Es una novela que llega al corazón, y no únicamente al
cerebro, pero que además entra por los ojos, de tan bien escrita que está. Para
mí será, desde luego, un libro inolvidable. Sobran las recomendaciones.
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