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domingo, 29 de mayo de 2016

"Perdida (Gone girl)", Gillian Flynn



Continuamos este año con una novela que leí en febrero y a la que por fin le dedico el espacio que se merece en este blog. ¡Adentraos en el misterio y dejad vuestras aportaciones!

"-Caray, Nick, ¿por qué eres tan maravilloso conmigo?
Se suponía que debía responder: "Te lo mereces. Te quiero".
Pero ha respondido:
-Porque me das lástima. 
-¿Por qué?
-Porque cada mañana tienes que despertarte y ser tú. 
Cómo desearía que no hubiese dicho eso. No hago más que pensar en ello. No consigo dejar de hacerlo."



   Ya he mencionado más de una vez mi desconfianza, nacida de la experiencia, hacia los “best-sellers”. Sin embargo, como me ha ocurrido en otras ocasiones, esta novela de Gillian Flynn me entró por los ojos a base de verla en repetidas ocasiones ocupando las estanterías de los más vendidos. Y como suele ser habitual en mí, me costó encontrar el momento adecuado para aventurarme con esta historia, pero el pasado mes de febrero acabó siendo uno de los más intensos, literariamente hablando, que he tenido en los últimos tiempos gracias al hipnotizador relato que nos brinda esta magnífica narradora. No me llegan los adjetivos para calificar esta narración. Desde la primera página, estás completamente atrapado. Nos encontramos ante una de las novelas del género negro más magistralmente escritas de los últimos años.

    El desequilibrado matrimonio compuesto por Nick y Amy protagoniza esta aterradora historia. Dos víctimas más de la crisis financiera del 2008 que pierden sus empleos y con ello su glamurosa vida en la ciudad de Nueva York. Ante la falta de oportunidades, deciden trasladarse a la Missouri natal de Nick para cuidar de los padres de este (ella, enferma, y él, senil) y, de paso, iniciar una nueva vida. El relato comienza la mañana de su quinto aniversario de casados. Tras lo que parece ser un desayuno de reconciliación (lo cual ya nos deja bastante descolocados), Nick se despide para acudir al bar, “El Bar”, que ha instalado junto a su hermana Margot en el pueblo. Horas más tarde recibe la llamada de su vecino, alertándole de que la puerta de su casa lleva varias horas abierta de par en par. Extrañado de que su mujer haya tenido semejante descuido, acude al domicilio. Allí, descubre en el desordenado salón indicios de un forcejeo mientras su mujer Amy no aparece por ninguna parte. Todo parece indicar que su esposa ha desaparecido involuntariamente. La investigación policial comienza, y Nick se convierte en el sospechoso número uno.

      El relato está estructurado en tres partes. En la primera, el narrador, aun siendo en tercera persona, habla desde la cabeza de Nick. Relata los hechos tal y como Nick los vive y padece. Sin embargo, estas descripciones se intercalan con fragmentos del diario de Amy. De ese modo, el lector va reconstruyendo el pasado y el presente de la vida en común de Amy y Nick, y la personalidad de cada uno de ellos. Lo sorprendente del asunto es que la visión que cada uno de ellos ofrece es diametralmente distinta, y el lector se ve incapaz de juzgar quién tiene razón, quién está exagerando o mintiendo y cómo son ellos realmente. Aunque queda muy claro que Amy y Nick formaban un matrimonio que era de todo menos feliz, es imposible saber cuál era realmente la situación o, dicho de otro modo, quién de los dos era el malo. La disparidad entre el relato de uno y el testimonio por escrito de la otra constituye la primera pieza de un rompecabezas fascinante que nos intriga y nos desasosiega desde el primer momento.

       Es imposible relatar el objeto central de las partes segunda y tercera sin destripar por completo la historia, algo que siempre procuro evitar. Lo que sí se puede decir es que la calidad de la narración no desciende en ningún momento. Gillian Flynn ha creado una historia de terror sin necesidad de echar mano de asesinos en serie. Lo único que ha tenido que hacer (no precisamente poco) ha sido descender hacia el comportamiento más irracional y enfermizo al que el ser humano, tan primitivamente animal en el fondo, puede llegar, y al infierno que este trae consigo. Quién es el malo malísimo de la novela queda claro hacia la mitad de la narración, y el personaje a cargo de semejante honor resulta aterrador. La frialdad de sus actos, la racionalidad que le otorga, la clarividencia con la que actúa en todo momento, asustan más que cualquier película basada en la exhibición de intestinos, porque saca a la luz una mente lúcidamente perversa hasta las últimas consecuencias y que, al mismo tiempo, es capaz de disfrazarse con una máscara de normalidad convincente hasta el final. La historia está plagada de giros imposibles que, de algún modo, consiguen llegar a un final imprevisible y descorazonador. El mensaje final es que el mal gana.  

      La novela ha sido llevada al cine con Ben Affleck y Rosamund Pike como la desdichada pareja protagonista. Sinceramente, estoy deseando ver cómo han conseguido condensar una complejísima historia de casi 600 páginas en dos horas de metraje, y comprobar cuánto (probablemente mucho) se han dejado por el camino. Recomiendo encarecidamente sumergirse en la novela antes de dejarse seducir por la película, porque es imposible disfrutar de la turbia atmósfera de la historia si ya conocemos el resultado final.

       Una novela que no hay que perderse. 

2 comentarios:

  1. Gracias por presentarme este libro.
    Me encantó.

    Besos desde Dubai

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    Respuestas
    1. Me alegro mucho de que haya sido así! No dudes en dejarnos tus impresiones!

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