SINOPSIS:
Vuelve, en esta segunda y esperada
entrega, el detective gallego de Ojos de agua (Siruela, 2006) Leo Caldas. Una
mañana, el cadáver de un marinero es arrastrado por la marea hasta la orilla.
Si no tuviese las manos atadas a la espalda, Justo Castelo sería otro de los
hijos del mar que encontró su tumba entre las aguas mientras faenaba. Pero el
océano nunca ha necesitado amarras para matar. Sin testigos ni rastro de le
embarcación del fallecido, el lacónico inspector Leo Caldas se sumergirá en el
ambiente marinero del pueblo, tratando de esclarecer el crimen entre hombres y
mujeres que se resisten a desvelar sus sospechas y que, cuando se decidan a
hablar, apuntarán en una dirección demasiado insólita. Un asunto inoportuno
para Caldas, que atraviesa días difíciles: Alba ha vuelto a dar señales de
vida, el único hermano de su padre está gravemente enfermo y su colaboración en
el programa de radio se está volviendo insoportable.